Conservas Peron img

Perón quiere ser agradecido con su pueblo, que le ha dado todo desde su cuna. A base de trabajo y empeño, allí tiene sus tierras y elabora sus cultivos con los que también colabora para engrandecer y propagar el nombre de Lodosa. Además de innumerables visitantes, Conservas Perón recibe al cabo del año más de un centenar de autobuses que conocen la fabricación, degustan los productos y se despiden como auténticos embajadores de Lodosa.

Donde Perón ha sellado su relación Lodosa El día del Pimiento del Piquillo de Lodosa ha sido posible durante más de tres décadas gracias a Conservas Perón. Desde que el Ayuntamiento le solicitó que aportara su producto, Perón ha acudido puntualmente a la cita con lodosanos y visitantes en el día grande de su fruto más emblemático, el tercer sábado de septiembre, víspera de la festividad de la Virgen de las Angustias, patrona del pueblo.

Perón se estrenó a principio de la década de 1990, en un año en que la cosecha llegó tardía y con una preocupante escasez de producto. Gracias a sus cultivos propios, Perón pudo acudir en rescate de una fiesta señalada en el calendario lodosano, y desde entonces no ha dejado de hacerlo salvo por alguna circunstancia excepcional.

Perón aporta dos mil kilos de pimientos asados con leña de haya, pelados a mano y emplatados en fresco para su degustación. Todo el proceso con la mano de obra que Perón aporta bajo dirección de su mujer Blanca Cordón Erdozain.

Repite Perón que es de bien nacido ser agradecido, algo que a lo largo de su vida ha procurado llevar a la práctica. Por esto, su colaboración con el Día del Piquillo ha sido desinteresada, gratuito su aporte de producto, mano de obra y reparto, labor esta última donde también colaboran otros voluntarios lodosanos.

Blanca Cordón Erdozáin al frente de su equipo con las raciones para degustar gratis en el Día del Piquillo de Lodosa.